03 mayo 2011

Veintiséis

Yo la quiero muchísimo a Miru, la conozco desde que tengo noción de ser. Aunque no la entiendo del todo y ella no me entiende demasiado a mí, es mi mejor amiga. Pero en ese momento en especial, necesitaba de la ayuda de otra persona.

Cuando le conté que me pensaba ir de viaje sola y sin tener un destino programado, se puso histérica. Qué cómo iba a viajar sola. Qué cómo así como así, de un día para otro. Qué cómo no tenía nada planificado. Yo me esperaba todo esto, porque la conozco bien. Pero cuando se ofreció a acompañarme (y yo lo rechacé porque era una verdadera locura, tanto por su situación como por nuestra amistad), me dejó algo intranquila. Matías, resacoso pero de vuelta a su parquedad habitual, me miró serio y me pidió que me cuidara mucho. Y a mí me agarró el cagazo.

En el viaje de vuelta a mi casa me acordé de ella. La única persona que podía ayudarme en ese momento. Necesitaba alguien a quien no le importara nada y en quien pudiera confiar ciegamente. Y Julieta era la persona perfecta.

—Hola, ¿Polaca? —saludé a través del tubo de teléfono.

—¿Quién habla?

—Anabella... de la murga Los Atolondrados...

—¿Anabella? ¿Anabella "Tuca" Decoud? ¡¿Qué hacés, loca, tanto tiempo?!

—La misma... Acá ando, con cosas. En realidad, te llamo para pedirte un favor.

—Lo que quieras, Tuca, decime —Julieta siempre me llamó Tuca, pero nunca le pregunté la razón.

—Me quiero ir de viaje. No sé a dónde, no sé cuándo, nada más me quiero ir. Necesito cambiar el aire, ventilar la cabeza, olvidarme un poco de muchas cosas y empezar a llenar el bocho con otras. Pero no sé, me agarró como cosa viajar sola así de repente... Y, no sé, pensé en vos, que sé que te gustan estas cosas...

—Cuando quieras —me interrumpió de repente—. Prepará el bolso, venite para casa y nos vamos mañana.

Y mañana nos fuimos.

3 comentarios:

[Has] dijo...

Nunca tuve el acierto ni cometí el error de incluirme como personaje en una historia, todavía. Digo, más que en esta en la que me metieron de prepo desde el '86. Pero creo que me voy a divertir mucho el día que lo haga por decisión propia, sí.
Creo que ya te dije que Miru era un nombre genial para un personaje, pero te lo digo de nuevo.

¡Saludous!

Julieta Rocío dijo...

Una vez me incluí como personaje en un cuento, pero fue involuntario porque yo quería escribir algo real y terminé haciendo de todo una ficción.

Esta vez sí fue voluntario y con una razón. No sé si es un acierto o un error, pero no me importa mucho. Tuve la necesidad de hacerlo. Y sí, además es divertido hacer como una caricatura literaria de uno mismo. =)

Gaucho dijo...

Uh pucha, se fueron el 4? Si no me prendía.

Hoy día no viajaría solo, pero no por miedo. Sino porque es algo tan bonito, que uno se siente mal por no compartirlo/disfrutarlo con otra persona. Es como ver una película de la hostia y haberla visto solo, es una tara que tengo. Tampoco ayuda comentarla después por mi mala memoria, me olvidó los detalles que hicieron que me guste tanto a las horas.

"Tuca" le decía? Porque? era narigona Anabella? O proyectaba la otra noma'? :P

En fin autora, mas que agradable los charcos de vomito de sopa de letras. Que no se corte la bulimia literaria!

Bacio!